La Federación de AMPA de la provincia de Castelló (FAMPA Castelló Penyagolosa) expresa su profunda preocupación y crítica ante la propuesta de la Conselleria de Educación de implantar el distrito único escolar en la Comunidad Valenciana. La medida, que busca cambiar el actual modelo de admisión escolar basado en zonas, ha generado inquietudes sobre la libertad de elección, el respeto a la diversidad y la equidad en el sistema educativo valenciano.
Por un lado, la federación tiene la firme creencia de que eliminar las zonas escolares en la admisión de los alumnos será una iniciativa altamente segregadora que provocará la discriminación de la infancia en función de las posibilidades económicas. Así, se crearán centros de tipo A y centros de tipo B; esto no hará más que reforzar los centres guetos incumpliendo un principio constitucional como es la igualdad de oportunidades.
La libertad de la cual se habla desde Conselleria no será una libertad real, puesto que, realmente, no serán las familias las que elijan a la escuela, al contrario, serán los centros escolares los que elegirán a qué alumnado admiten, siguiendo criterios absolutamente mercantilistas.
Desde la federación, además, se teme que este cambio es un paso hacia la privatización de la educación. La experiencia en otras comunidades autónomas (y en la nuestra propia, en localidades donde ya se llevó a cabo) sugiere que la implantación de zonas únicas ha beneficiado a los centros concertados. En estos casos, las administraciones optan por transferir recursos económicos de la educación pública hacia la privada, comportado que los estudiantes sean tratados como clientes, y las familias acaben asumiendo el coste del derecho a la educación en dos ocasiones: a través de los impuestos y las cuotas encubiertas que imponen los centros concertados.
Por otro lado, la federación sostiene que actualmente, las áreas escolares fomentan que los niños sean escolarizados en su barrio, en un entorno próximo y dentro de la comunidad donde residen. Este es un criterio fundamental para las familias a la hora de seleccionar una escuela. La adopción de un distrito único ocasionará desplazamientos innecesarios con vehículos privados para llevar a los niños y niñas a la escuela, con las consecuencias de caos y contaminación asociadas que esto comporta para las ciudades.
Para acabar, la FAMPA considera que en el desarrollo de medidas de este tipo se tendría que consultar a las familias a través de los órganos pertinentes.