El Ayuntamiento de Vila-real ha anunciado el cierre de ciertos centros educativos del municipio para el próximo jueves 14 de marzo por la tarde, coincidiendo con un partido de fútbol en el estadio de la Cerámica que reunirá a una gran cantidad de aficionados del Vila-real CF y del Olympique de Marsella. Entre estos aficionados, es probable que haya un número significativo de ultras, cuya presencia ha motivado la adopción de estas medidas, además de las precauciones habituales ante partidos considerados de alto riesgo.
Respecto a esta noticia, desde la FAMPA Castelló Penyagolosa queremos subrayar que no cuestionamos la decisión tomada por el ayuntamiento. Reconocemos que esta decisión se fundamenta en informes del Ministerio del Interior y creemos que se ha tomado con la mejor intención, la de garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros hijos e hijas, que consideramos que debe estar por encima de todo.
Pero sin duda, lo que más nos preocupa es el trasfondo de esta decisión. En un territorio como el nuestro, en un espacio europeo compartido, pensamos que el cierre de los centros educativos y, especialmente, el confinamiento de nuestros niños y niñas en casa por miedo y prevención de posibles accidentes causados por personas que viajan para asistir a un evento deportivo, constituye un fracaso social y colectivo que debemos analizar y que, en todo caso, establece un mal precedente para posibles eventos similares en el futuro. Constituye una clara cesión de la educación de nuestros niños y niñas ante posibles acciones incívicas nada positivas ni buscadas.
Con todo, pensamos que las más afectadas por esta decisión serán las familias, especialmente aquellas donde los padres o tutores trabajan fuera de casa y no tienen una red de apoyo alternativa para quedarse con los niños y niñas durante el tiempo que estarán cerrados los centros educativos.