La FAMPA muestra su solidaridad con las familias palestinas afectadas por la destrucción y cierre de centros educativos en Gaza

La FAMPA Castelló Penyagolosa expresa su profunda preocupación y solidaridad con las familias palestinas afectadas por la devastadora situación en Gaza. La guerra ha llevado a la destrucción de prácticamente todos los centros educativos, afectando a la vida de miles de niños y niñas, así como las de sus familias.

Con un 97% de alfabetización entre la juventud, la sociedad palestina destacaba en la región de Asia occidental como una de las más cultas y educadas. Según un informe de la embajada de Palestina, antes de la actual fase del conflicto, se contabilizaban en Gaza un total de 3.107 escuelas con 1.338.353 estudiantes matriculados.

Sin embargo, hoy en día esta realidad ha cambiado dramáticamente debido a los bombardeos, los desplazamientos forzosos, el bloqueo y otros actos de violencia sistemática. Los continuos ataques no solo causan daños físicos, sino que también generan traumas psicológicos y emocionales en la población, especialmente en los más vulnerables: los niños y las niñas.

La guerra ha provocado la suspensión del curso escolar 2023-2024, afectando a más de 625.000 alumnos y 22.500 profesores. Más del 40% de las escuelas en Gaza están bajo la administración de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), y todas estas escuelas están actualmente cerradas. Más del 70% de las escuelas e infraestructuras educativas de Gaza han sufrido graves daños o han sido totalmente destruidas.

Por otro lado, según datos del Ministerio de Educación de la Autoridad Nacional Palestina, desde el inicio del conflicto, el ejército israelí ha asesinado a 94 profesores universitarios, 231 maestros y 4.327 estudiantes, cifras que van en aumento cada día que pasa. Además, de acuerdo con un comunicado del Observatorio de Derechos Humanos Euro-med, el ejército israelí ha atacado a figuras académicas, científicas e intelectuales mediante ataques aéreos dirigidos específicamente contra sus hogares y sin previo aviso.

En este sentido, lo que está sufriendo la educación palestina se ha calificado de academicidio, escolasticidio y epistemicidio: academicidio por la eliminación material de todo el sistema universitario, escolasticidio por la destrucción sistemática de las escuelas y el bloqueo de acceso a la educación básica y secundaria, y epistemicidio por la aniquilación de los saberes locales, la cultura y la identidad de la comunidad palestina. Esta triple agresión no solo desmantela las estructuras físicas de la educación, sino que también erosiona la base misma del conocimiento y la transmisión cultural. Estos procesos se producen en el marco del cual el Tribunal Penal Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia están estudiando como genocidio.

La FAMPA Castelló Penyagolosa condena enérgicamente estos actos de violencia y se suma a los llamamientos internacionales para exigir un alto al fuego y, sobre todo, para exigir la protección de los derechos de los más pequeños, restableciendo el sistema educativo y reconstruyendo escuelas en Gaza. La educación es un derecho fundamental y un pilar esencial para el desarrollo de cualquier sociedad. El cierre y destrucción de las instituciones educativas no solo priva a los niños y niñas de una educación digna, sino que también amenaza su futuro y el de su comunidad.