La Federación de Asociaciones de Familias de Alumnado (FAMPA) Castelló Penyagolosa ha organizado una mesa redonda en el IES Sos Baynat de Castelló para analizar la nueva Ley Educativa Valenciana o Ley de Libertad Educativa. El acto, que ha contado con más de cincuenta asistentes entre familias, entidades y personal docente, ha puesto de manifiesto las preocupaciones y retos que esta normativa plantea para el sistema educativo.
La mesa redonda ha contado con la participación de varios/as expertos/as y representantes del sector educativo:
Los y las ponentes han ofrecido perspectivas complementarias sobre la nueva ley, que sustituye la anterior normativa de plurilingüismo e introduce la elección de la lengua vehicular de la enseñanza.
Ximo Górriz, periodista y moderador de la mesa redonda, abrió el acto presentando a las personas ponentes y realizando una breve explicación de esta nueva ley denominada de libertad educativa, contextualizándola y definiendo algunos conceptos clave para entender lo que regula.
Francesc Mezquita, inspector de educación, fue el primer ponente en presentar sus argumentos, destacando de entrada que, al tratarse de una orden aún en borrador, hay numerosas cuestiones que todavía no tienen una respuesta cerrada y clara.
Uno de los puntos centrales de la mesa ha sido el impacto de la nueva ley en la libertad de elección de la lengua vehicular por parte de las familias. Los ponentes han señalado que, aunque la ley defiende esta libertad, la realidad de los centros educativos podría limitarla en función de las mayorías. Como destacó Francesc Mezquita: “Sí que se garantizará una libertad de elección, pero esta elección probablemente en muchos casos no se podrá hacer efectiva por el tema de las mayorías […] es decir, si más del 51% de un centro elige una lengua, el resto del alumnado tendrá que adaptarse.”
Zulaika Agustí, representante de los docentes, ha destacado diversas problemáticas asociadas a la nueva ley. Ha comentado que esta ley parte de una base errónea, “no tiene en cuenta que claramente nos encontramos en una situación en la cual el valenciano en el ámbito de uso está muy por debajo del castellano” y destaca que la normativa lo que debería conseguir es “revertir la situación de este retroceso del uso social del valenciano y no todo lo contrario”.
Ha criticado que la norma fomenta una minorización del valenciano aún más grande, si es posible, en las zonas castellanoparlantes donde “directamente se les prohibirá el uso del valenciano, ya que no podrán decidir, como sí se hará en las zonas valencianoparlantes”. También ha expresado preocupación por la pérdida de competencia lingüística del profesorado, afirmando que “esto disminuye la calidad de la enseñanza en valenciano y desprotege aún más la lengua”. Ha destacado que, en cuanto al valenciano, no puede ser que “cada vez se exija menos al profesorado y que este tenga menos conocimientos”.
Finalmente, Agustí ha alertado sobre la inviabilidad del programa Xarxa Llibres, indicando que “gestionar libros en diferentes lenguas cada año aumentará los costos para las familias y los centros”.
Pablo Sendra ha puesto de manifiesto las dudas y preocupaciones de las familias sobre la nueva ley, comentando cómo esta ha introducido un debate “sobre todo en un momento en que la preocupación de las familias no estaba en la lengua”.
Sendra también ha expresado incertidumbres sobre cómo se aplicará la ley a largo plazo, especialmente en lo que respecta a la distribución de recursos. Además de los dudas pedagógicas, Sendra ha puesto de relieve problemas prácticos como el tema del banco de libros.
Violeta Tena, en representación del colectivo Famílies per Valencià, ha hecho una breve presentación del colectivo destacando la motivación de su creación, comentando: “obviamente, porque esta ley nos preocupa, porque consideramos que es un retroceso absoluto”. Según Tena, “el uso diario del valenciano ha bajado, pero el conocimiento, la capacidad de entender, de escribir y de leer en valenciano ha aumentado, y eso ha sido gracias a la escuela”.
Por su parte, Vicent Pitarch, filólogo y sociolingüista valenciano, utilizó su turno de palabra para formular una defensa del valenciano, comentando cómo “el valenciano es una lengua atípica, única en el mundo, que mantiene una vitalidad cultural y científica impresionante”. Pitarch criticó la ley de libertad educativa por su intención de excluir el valenciano de la educación y la sociedad, considerándola una barbaridad y un insulto a la identidad del pueblo valenciano. También subrayó la necesidad de recuperar la autoestima y vivir con orgullo nuestra lengua, “ya que la lengua es uno de los patrimonios de la humanidad por excelencia”.
A pesar de los numerosos dudas que presenta tanto para las familias como para los docentes la orden analizada en la mesa redonda, el conseller de Educación, José Antonio Rovira, anunció ayer que la consulta telemática para la elección de la lengua vehicular tendrá lugar a finales de enero.