Damos respuesta a las preguntas planteadas en la jornada Inclusión: del aula al mundo laboral

La jornada Inclusión: del aula al mundo laboral tenía la voluntad de orientar a las familias con hijas e hijos con diversidad funcional y dar respuesta a las dudas de las AMPA de los centros de Educación Especial. Con las intervenciones de los ponentes se pueden contestar las preguntas que se plantearon.

En primer lugar, la directora general de Inclusión Educativa, Raquel Andrés, desarrolló la respuesta a la pregunta: ¿qué itinerarios educativos existen? 

Es importante tener en cuenta que la atención primaria es fundamental antes del camino educativo. A partir de aquí se establece una propuesta de escolarización. Esta puede ser en un Centro de Educación Especial, en un centro Ordinario en modalidad ordinaria o en una Unidad Específica, o una escolarización combinada: pueden empezar en un sitio y acabar en otro.

En la modalidad ordinaria de infantil y primaria se tiene el apoyo dentro del centro. Se puede acceder a la unidad específica a partir de primaria, puesto que en infantil no existe esta posibilidad.

Al llegar a la ESO hay tres formas diferentes de titular: hacer los cuatro cursos en modalidad ordinaria con apoyo, hacer PMAR o PR4, o hacer una FP Básica. Las personas que no se titulan en ESO pueden estar en una unidad específica hasta los veinticuatro años o también se puede encaminar al alumnado a un centro de educación especial para hacer un Programa de Cualificación Básica adaptada hasta los veinticuatro años.

Después de titular en ESO, en el supuesto de que se haga, se puede hacer una FP Básica, que llevaría a una inclusión laboral, o hacer una FP Básica y, posteriormente, un ciclo medio o superior con apoyo.

En la modalidad educativa especial la niña o el niño puede empezar y acabar en un centro específico. La transición a la vida adulta, hasta los veintiún años, puede dar lugar a asistir a un centro ocupacional o a un centro de día si la persona no puede continuar por diferentes motivos. En el caso contrario, se podría acceder a un Programa Formativo de Cualificación Básica.

En segundo lugar, Mercedes Lizcano, abogada especializada en Derecho de la Discapacidad, respondió a las preguntas: ¿qué ocurre al acabar la etapa escolar de las hijas e hijos?, ¿pueden continuar formándose?

Las opciones que tiene el alumnado al finalizar la etapa educativa obligatoria son diversas. Por un lado, hay servicios diurnos para personas con discapacidad como son los centros de día de carácter asistencial, los centros ocupacionales de carácter prelaboral, de inserción laboral, inclusión, etc. También existen Programas Formativos de Cualificación Básica que dependen de la oferta formativa de la convocatoria anual y que normalmente son: cocina, carpintería, catering, mantenimiento de electrodomésticos, viveros y jardines, ocupación doméstica, etc.

Por otro lado, está la opción de la Formación Profesional Básica, regulada por el Decreto 135/2014, de 8 de agosto, del Consell, que reserva el 5 % de las plazas ofrecidas para las personas con discapacidad y amplía la franja de edad para acceder. Y también están las universidades públicas, que reservan como mínimo un 5 % de las plazas.

Otros instrumentos públicos son la Renta Activa de Inserción (RAI), que se solicita al Servicio Público de Ocupación Estatal (SEPE) y que pretende la búsqueda activa de ocupación; los programas e itinerarios sociales y laborales y ofertas de ocupación públicas. En estas últimas se reserva un porcentaje no inferior al 7 % de las vacantes para personas con discapacidad de las cuales, mínimo el 2 % de las plazas ofrecidas son para personas que acrediten discapacidad intelectual. Además, tienen derecho a las adaptaciones necesarias para la realización de las pruebas en los procesos selectivos.

Respecto a la inclusión laboral, las personas con discapacidad tienen prioridad y reserva del 3 % de las plazas en cursos de formación ocupacional organizados por la Administración de la Generalitat, tienen derecho a la conciliación personal, familiar y laboral, que se consigue con medidas de reducción y flexibilidad horaria en puestos de trabajo de la Administración Pública, y al acceso a la contratación en ocupación ordinaria a través de Centros Especiales de Empleo (CEE) y enclaves laborales.

En cuanto a ¿qué vías, iniciativas y programas de ocupación existen?, además de las mencionadas anteriormente, el secretario autonómico de Ocupación, Enric Nomdedéu, describió las actuaciones del Gobierno Valenciano destinadas a la inserción de personas con discapacidad como colectivo vulnerable. Entre otras, estas son: ayudas para la ocupación protegida (fundamentalmente se trata de ayudas para el mantenimiento de puestos de trabajo ocupados por personas con discapacidad en los Centros Especiales de Empleo, así como ayudas para la financiación de las Unidades de Apoyo para la prestación de los servicios de ajuste personal y social), ayudas para el tráfico de los trabajadores con discapacidad desde la ocupación protegida a la empresa ordinaria y ayudas para la inserción laboral en empresas ordinarias y programas de fomento del empleo.

Asimismo, para fomentar la contratación se ayuda a las empresas con el 50 % del Salario Mínimo Interprofesional por cada puesto de trabajo ocupado por una persona con discapacidad siempre que sea a jornada completa y sean contratos de duración mínima de tres meses. También se ofrecen ayudas para financiar los costes indirectos correspondientes del informe auditor para la justificación de la ayuda salarial (hasta el 2 % del importe de la ayuda salarial) y ayudas de adaptación de lugares y eliminación de barreras para trabajadores con diversidad funcional o discapacidad (hasta 1803 € por puesto de trabajo adaptado).

Otra pregunta era: ¿cuáles son los espacios, los centros, las organizaciones que ofrecen oportunidades laborales para la autonomía de las personas con diversidad funcional? En este caso pudimos contar con la Fundación síndrome de Down. La técnico de ocupación Miryam Sierra expuso que desde la entidad realizan un Programa Formativo de Cualificación Básica y un curso de transición a la vida autónoma. Los perfiles que se ofrecen con este curso son los de auxiliar de reposición, auxiliar de camarero/a, atención al cliente, auxiliar administrativo, etc., y formación también en nuevas tecnologías. Esta es una de las opciones que se puede encontrar en la provincia de Castelló, pero también hay otras alternativas como los Programas de Cualificación Profesional Básica de Vila-real, desde donde vinieron Luís Carregi, José Ángel Ramírez y Mireia Rodríguez para contar su experiencia personal.

Por último, ¿cómo podemos avanzar hacia la inclusión laboral de las personas con diversidad funcional? Raquel Andrés explica que el nuevo Decreto de Inclusión invita a personalizar la atención a cada individuo. Cada alumno y alumna tiene necesidades únicas y hay que acompañar a la persona en su proyecto vital.

Además, Lizcano resuelve: «La educación inclusiva y laboral no se asegura desde la ordenación legislativa si al mismo tiempo no se materializan los recursos que hacen posible el cumplimiento de los principios que define la inclusión y no se garantizan las prácticas educativas y laborales que orientan». Adicionalmente, la responsabilidad de llegar a una educación inclusiva no solo es de la comunidad docente, sino de todos: la sociedad tiene que cambiar el paradigma y fijarse en la persona con discapacidad para ofrecerle lo que necesite.

Con esta jornada, FAMPA Castelló Penyagolosa pretendía contribuir a avanzar en el camino para hacer posible que los derechos de las personas con diversidad laboral se transformen en oportunidades educativas y laborales desde una vertiente inclusiva.