La consulta de la lengua base: un retroceso para la educación pública valenciana

La reciente consulta para determinar la lengua base en el sistema educativo valenciano representa un retroceso significativo para el aprendizaje del valenciano y para el modelo de enseñanza plurilingüe que tanto ha costado consolidar. La aplicación de la ley también dificulta que las clases se configuren por criterios pedagógicos, lo que perjudica al alumnado y a cada grupo.

Independientemente de los resultados obtenidos, esta iniciativa pone en peligro la calidad educativa: se prevé una disminución de la presencia del valenciano en las escuelas e institutos, un caos organizativo en los grupos y miles de familias decepcionadas cuando se conozcan las asignaciones de aula. Es importante recordar que será imposible respetar la preferencia lingüística de todas las familias, y que habrá alumnos que se matricularán en una opción diferente a la que votaron.

Desde la FAMPA Castelló Penyagolosa lo hemos dicho desde el primer momento: esta consulta no debería haberse realizado nunca. No entramos a valorar los resultados, porque la mera existencia de este proceso ya supone un ataque a la educación plurilingüe, un paso atrás en la normalización del valenciano en la enseñanza y una separación del alumnado que dificultará la integración y el crecimiento personal de muchos de nuestros hijos e hijas. No se puede justificar una votación que divide a la comunidad educativa y que no cuenta con ninguna garantía democrática real.

El proceso de consulta ha carecido de garantías y de mecanismos de control propios de una deliberación pública. Se ha llevado a cabo sin mesas electorales ni sistemas de vigilancia por parte de la comunidad educativa. Además, la aplicación utilizada presentaba deficiencias técnicas, como la ausencia de la opción en valenciano en dispositivos móviles en modo vertical, lo que ha dificultado la participación de muchas familias. Problemas con el censo, errores en la introducción del DNI, criterios poco claros que han generado dudas y la ausencia de mecanismos de reclamación han dejado a muchas familias sin poder participar o corregir errores en el proceso.

Esta consulta no era necesaria y solo ha servido para generar confusión, división e inestabilidad en el sistema educativo. La segregación del alumnado por lenguas no mejora la atención educativa, ni favorece la educación plurilingüe, ni enriquece nuestra sociedad diversa, plural e intercultural. Esta separación puede llevar a la creación de guetos lingüísticos que dificultan la inclusión del alumnado, especialmente de aquellos con necesidades educativas especiales (NEE), afectando negativamente tanto a ellos como al resto del alumnado.

Finalmente, queremos poner en valor el trabajo y la importancia de los consejos escolares, menospreciados por el conseller. Si la administración hiciera la misma campaña que ha hecho con esta consulta en las elecciones de los consejos, la participación sería mayor. En este sentido, también debemos criticar el uso que ha hecho la Conselleria de los datos personales de las familias para enviarles de manera directa e inédita dos cartas, lo que ha provocado el rechazo de muchas madres y padres que entienden que sus datos solo deben utilizarse para la comunicación entre el centro y las familias.

Desde la FAMPA Castelló Penyagolosa seguiremos trabajando para defender los derechos lingüísticos del alumnado, garantizar una educación de calidad que respete nuestra lengua y cultura y crear un marco educativo donde la integración, la atención a quienes más lo necesitan y el desarrollo personal sean prioritarios. Continuaremos denunciando cada irregularidad y seguiremos trabajando junto con otras entidades para evitar que se vulneren los derechos de las familias y del alumnado.