Hoy, día internacional contra el Acoso Escolar, la FAMPA Castelló Penyagolosa quiere recordar la importancia de trabajar juntas para luchar contra el acoso escolar de cualquier tipo.
La violencia entre iguales que se produce dentro y fuera de las aulas es uno de los temas que más preocupan tanto a las familias como el resto de la comunidad educativa por todo el que comporta. Se trata de un tipo de violencia que, en la actualidad, no solo es física o verbal al aula o fuera de ella, sino que, con las nuevas redes de comunicación, puede llegar a acompañar a la víctima hasta casa. Las consecuencias del acoso no son pocas, y pueden acabar marcando la vida de los niños y niñas para siempre, por eso es un tema que no podemos ignorar.
Desde la federación tenemos más que claro que la educación en valores universales y cívicos es tanto o más importante como los contenidos curriculares. El acoso escolar se puede prevenir desde la educación en valores, desde la educación emocional y desde la resolución de conflictos desde los primeros momentos de socialización en la etapa infantil. Todos estos valores, enseñados desde la niñez tanto en casa como en la escuela, promoverán el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los niños y niñas que les ayudarán a identificar sus propias emociones y las emociones de los otros, a desarrollar habilidades de resolución de conflictos y a fomentar la empatía y el respeto por los otros, entre otras.
También consideramos que, para luchar efectivamente contra el acoso, es imprescindible la coordinación y colaboración entre la familia y la escuela. Las dos partes tienen que trabajar juntas para detectar, prevenir y abordar este tipo de comportamientos nocivos entre iguales. Es por eso que desde la federación vemos primordial la implementación de programas de sensibilización y formación, también para familias, el establecimiento de canales de comunicación efectivos entre la escuela y la familia y la realización de actividades conjuntas para fomentar la convivencia y el respeto entre los estudiantes.
En definitiva, la lucha contra el acoso escolar es una tarea que nos concierne a todos y todas. Tenemos que trabajar conjuntamente para crear entornos educativos seguros y respetuosos, donde los niños y niñas puedan crecer y aprender sin miedo ni intimidación. Para conseguirlo, hace falta implicación y compromiso por parte de todos los miembros de la comunidad educativa, y también hay que poner el énfasis en la educación en valores.